Ok, voy a dejar de escuchar La Inolvidable y Felicidad, entonces.
Nada, es que aprovechando los días que me quedan de libertad, como las llaman algunos, he estado desempolvando páginas web asignadas a nombre mío. Encontre mi viejo flickr y no puedo dejar de recordar un viaje que hice a un pueblecito perdido en las afuerotas cuzqueñas (además de la mismísima cuidad de Cusco). Anyway, cáiganse y muéranse: el Perú es lo máximo a pesar de los pesares.
Esta foto la tomé camino a Rondocán, que es otra historia. Las llamas (es una llama, no?) posaban ante mi humilde cámara que funciona CON ROLLOS. Jo jo jo. Un saludo a las cusqueñas, por favor.
6 de agosto de 2007
otro descansito: recordar es volver a vivir...
tecleteado por maria josé a las 9:52 p. m.
tecla específica: ojicalámbricas
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1 comentario:
Cómo no recordar el auquénido en cuestión! mis nostalgias por Rondocan
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